¿Cómo mantengo mis labios nutridos e hidratados? La llegada del frío, los cambios bruscos de temperatura interior y exterior, usar durante horas y horas la mascarilla provocan deshidratación, grietas y exceso de pieles en nuestros labios.
Es muy fina, sensible y frágil y, al no tener melanina y glándulas sebáceas, no tiene protección frente a las agresiones externas.
Por ese motivo se deshidratan y sufren daños con facilidad llegando incluso a producirse grietas.
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¿Cómo mantengo mis labios nutridos e hidratados?
Los labios representan una de las partes más sensibles del cuerpo, tienen una piel muy fina, sensible y frágil. Disponen de 3 a 5 capas celulares mientras que la piel del rostro, puede alcanzar las 16 capas.
Su delicada piel es una víctima más de los efectos de la mascarilla. Se resecan, se irritan y se agrietan (queilitis) con frecuencia si no se cuidan, hidratan y nutren continuamente.
Labios resecos, grietas, incremento de pieles muertas y de dolorosas heridas en las comisuras de la boca o boceras.
Estas son algunas de las afecciones debido a la mascarilla que relatan en la consulta de la Dra. Montse Salleras, Jefa de Servicio de Dermatología del Hospital Universitari Sagrat Cor de Barcelona.
Hongos y bacterias
Las boceras se producen por hongos y bacterias al humedecerse frecuentemente los labios con saliva para paliar la sensación de sequedad o tirantez.
La saliva se evapora rápidamente, dejando sobre los labios enzimas que los resecan, irritan y provocan grietas.
Para evitar esto debemos mantener los labios bien nutridos e hidratados.
El bálsamo labial resulta imprescindible durante el día. Por la noche podemos aplicarlo también o utilizar una mascarilla labial.
La dejaremos actuar para potenciar al máximo la hidratación, nutriendo y regenerando los labios secos durante las horas de sueño.
Para reparar las grietas es recomendable utilizar pantenol, propilenglicol u otros humectantes.
Células muertas e impurezas
Para que la hidratación surta efecto debemos dejar la zona de los labios libre de células muertas e impurezas.
Lo haremos mediante una exfoliación aplicando el producto con movimientos suaves y circulares durante un par de minutos.
Posteriormente hay que hidratar la zona y convertir esto en una rutina de belleza para combatir los efectos del frío, los cambios de temperatura y la mascarilla en nuestros labios.
«En casos severos de Queilitis o de Boqueras, se requerirá tratamiento médico, con antiinflamatorios y/o antibióticos tópicos» concluye la Dra. Salleras.