¿Qué debes saber sobre la ‘popular’ y molesta conjuntivitis? La conjuntivitis es una de las afecciones del ojo más frecuentes y tratables en el mundo que puede afectar tanto a niños como adultos.
Es una inflamación de la conjuntiva, la membrana fina y transparente que recubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo. Esta inflamación hace más visibles los vasos sanguíneos, lo que le da al ojo un color rosado o rojizo.
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¿Qué debes saber sobre la ‘popular’ y molesta conjuntivitis?
Desde el Servicio de Oftalmología (OMIQ) del Hospital Universitari General de Catalunya nos explican las causas, los síntomas y el tratamiento de la conjuntivitis.
La conjuntivitis suele producir síntomas muy variados:
- Sensación de arenilla, picor, irritación, ardor o escozor
- Enrojecimiento o inflamación
- Secreción ocular transparente, blanca, amarilla o incluso verde
- Legañas en párpados o pestañas
- Aumento de las lágrimas
- Incomodidad o desplazamiento de las lentes de contacto
Si padeces los síntomas descritos debes acudir al oftalmólogo para determinar la causa de la conjuntivitis.
Es importante saber que las conjuntivitis no complicadas NO causan dolor, ni alteran la visión.
Conjuntivitis bacteriana
La aparición de secreciones purulentas indica conjuntivitis bacteriana y lleva al paciente a frotarse frecuentemente los ojos. En este caso, es habitual que amanezca con los párpados pegados.
Cuando una conjuntivitis se complica, aparecen síntomas como dolor al abrir y cerrar los ojos, hinchazón intensa de los párpados y fotofobia.
Es difícil establecer cuál es la causa que ha provocado la conjuntivitis ya que los síntomas son muy similares.
La conjuntivitis se divide en dos grandes grupos según su causa:
- Producida por un agente infeccioso (bacterias o virus principalmente), que representan un 30% del total de las conjuntivitis.
- Conjuntivitis no secundaria a una infección.
Éstas últimas pueden ser, a su vez:
- Irritativas: Secundarias a una irritación de la conjuntiva por una inflamación del párpado (blefaritis), secundarias a ojo seco, o por presencia de cosméticos, humo, disolventes, cloro de las piscinas…
- Traumáticas: Por la presencia de un cuerpo extraño, sustancias químicas o exposición excesiva a los rayos UV.
- Alérgicas: Por la exposición del ojo a la sustancia a la que la persona es alérgica. Las conjuntivitis alérgicas más comunes se dan por pólenes, ácaros del polvo, y sustancias de vegetales o animales.
Tratamiento de la conjuntivitis
La conjuntivitis se trata en función de la causa que la produzca. Para ello, existen varios tipos de fármacos tópicos (en gotas) enfocados a tratar el origen de la conjuntivitis:
- Antibióticos para las bacterianas
- Antihistamínicos para las alérgicas
Generalmente, la gran mayoría, mejoran con el uso de antiinflamatorios tópicos (corticoides o AINEs).
Conjuntivitis infecciosas
En las conjuntivitis infecciosas es recomendable prevenir el contagio de otra persona infectada. Hay que evitar el contacto directo y tener cuidado con sábanas, toallas, delineadores de ojos, máscara de pestañas y otros elementos que se compartan en la vida diaria.
Es importante conocer que las conjuntivitis víricas se contagian antes de la aparición de los síntomas. Debemos tomar precaución en el caso de sospecha ya que cualquier persona en contacto con el enfermo se puede contagiar.
Pautas de higiene para evitar el contagio
Para reducir el riesgo de contagio es imprescindible implementar unas sencillas pautas de higiene: lávate las manos con frecuencia con agua tibia y jabón, evita frotarte o tocarte los ojos así como compartir maquillaje, lentes de contacto, gafas, etc.
En el caso de las conjuntivitis alérgicas, que no son contagiosas, lo más recomendable es evitar la exposición al agente alérgeno.
Si aun así aparece, se pueden utilizar colirios que prevengan la reacción alérgica. Cuando eso no es suficiente, es aconsejable consultar a su alergólogo y oftalmólogo.