Pérez no es ratón
¿Es posible superar el miedo a volar?
Con la terapia de EMDR los psicólogos consiguen la desactivación de la causa y la superación total de la aerofobia
¿Es posible superar el miedo a volar? La respuesta es sí, ya puedes volar sin sufrir. Con la terapia de *EMDR los psicoterapeutas consiguen la desactivación definitiva de la causa del miedo a volar y la superación total de la aerofobia.
En pereznoesraton.com, te contamos el cambio radical en la concepción del miedo a volar y de su tratamiento con este artículo de Gaspar de La Serna, médico de familia, psicoterapeuta y autor del libro ‘Miedo a Volar, ni se imagina las causas’.
¿Es posible superar el miedo a volar?
Tradicionalmente se admite el malestar al volar como un tributo que alrededor del 25% de la población ha de pagar, variando su intensidad entre una mera perturbación o auténtico pavor incapacitante.
Para que volar desencadene fobia es necesario que el sujeto haya experimentado previamente vivencias que lo hayan hecho vulnerable
Con frecuencia se da por hecho que son las malas experiencias en aviones o las noticias de catástrofes aéreas las causantes de este problema.
Por extraño que resulte, en la inmensa mayoría, nada tiene que ver con los aparatos en sí mismos, malos vuelos o informaciones calamitosas. De ser así, cuantos hubiesen viajado en el mismo vuelo o tenido acceso a las mismas noticias habrían desarrollado fobia.
Por fortuna, no ocurre; lo cual significa que para que el volar desencadene malestar es necesario que el sujeto haya experimentado con anterioridad otro tipo de vivencias que lo hayan hecho vulnerable, aunque no tenga conciencia de ello.
Aerofobia
Dos son las líneas de adquisición de aerofobia más importantes.
La más esperable, la de aquellas personas a las que experiencias vitales (acaecidas, generalmente, en la infancia) las han llevado a ser temerosas en lo que a su seguridad concierne e incapaces de depositarla en manos ajenas.
La otra vía de adquisición se da, por asociación, cuando en un viaje aéreo (o en una situación que lo remede) el sujeto va sometido a un sufrimiento emocional intenso por un motivo personal independiente por completo de la aviación, pero que queda ligado a esta.
Volar y sufrimiento quedaron ligados en su subconsciente
Una de mis pacientes cruzaba el Atlántico mientras cayó en la cuenta de que estaba embarazada de una relación ocasional mantenida poco antes, al margen del matrimonio. Habría de confesárselo a su marido, al cual quería; se enteraría toda la familia y se divorciarían.
Las intensas emociones negativas experimentadas en el avión quedaron vinculadas a este, de modo que los vuelos subsiguientes le desencadenaban tal tortura (sin que imaginara por qué) que hubo de dejar de volar.
No habría sucedido nunca de haberse percatado del embarazo en cualquier otro lugar que hubiese abandonado al cabo de un momento. Volar y sufrimiento quedaron ligados en su subconsciente.
Maquillar el miedo a volar
La realidad actual es que la mayoría de las estrategias para vencer el miedo a volar tanto de consejeros aficionados como de profesionales (médicos, psicoterapeutas, pilotos, cursos de aerolíneas…) están orientadas fundamentalmente a controlar los síntomas, no a desactivar la razón profunda que ha hecho que lleguen a ser vulnerables o a desarrollar la fobia.
Los tratamientos tradicionales incluyen fármacos, maniobras de relajación y distracción, estrategias para tolerar la pérdida de control fomentando, mediante razonamiento, la confianza tanto en las personas, como en la tecnología por la adquisición de conocimientos básicos de aeronáutica, etc.
Los tratamientos tradicionales incluyen fármacos, maniobras de relajación y distracción, estrategias para tolerar la pérdida de control fomentando, mediante razonamiento, la confianza
También incluyen exposición progresiva del sujeto a los disparadores (imágenes del avión, del aeropuerto…) con intención de que, por habituación, pierdan efectividad.
La pega de estos métodos es que, al quedarse en lo superficial, no desactivando las vivencias originarias profundas que dieron lugar a la desconfianza en el mundo o a la ligazón de emociones negativas con la aeronáutica, su eficacia suele ser meramente “cosmética”, parcial y no mantenida en el tiempo, útil sintomáticamente en casos leves o moderados; pero, en modo alguno curativa en auténticas fobias incapacitantes, permaneciendo intactos todos los otros miedos que el paciente, concomitantemente, puede, y suele, padecer: a los ladrones, a viajar de pasajero en coche, a ser operado, a los ascensores, a la muerte, al fracaso, a la oscuridad…
La clave está en los recuerdos y en las emociones
En la paciente antes referida, lo pertinente sería romper el nexo que sus circuitos neuronales establecieron entre aquel recuerdo traumatizante y el volar, objetivo posible trabajando los recuerdos implicados con EMDR, rama de la psicoterapia que permite reprocesar el recuerdo originario desactivando las emociones que producía y desensibilizando al paciente de modo que volará, espontáneamente, sin sentir ningún malestar.
De igual manera, en aquellos pacientes que sienten miedo por inseguridad, sólo habremos de ir a los fundamentales recuerdos relacionados con miedos e inseguridad en su vida para reprocesarlos.
En aquellos pacientes que sienten miedo por inseguridad, sólo habremos de ir a los fundamentales recuerdos relacionados con miedos e inseguridad en su vida para reprocesarlos
Con EMDR, su propio cerebro se encargará de llevarlos desde ellos, por asociaciones, a través de sus redes de memoria, a decenas o cientos de otros pequeños recuerdos (muchos de ellos en el olvido) que son los que fueron tejiendo su inseguridad y sus miedos.
Una vez concluida la terapia, lo cual no supone más que ciertas horas de sesiones, el sujeto quedará libre de sus inseguridades, de sus miedos, y podrá volar sin sentirse mal en ningún momento, así como realizar cualquier otro tipo de actividades para las que anteriormente estuviera incapacitado por sus limitaciones previas.
En EMDR no se dan consejos, no se enseñan técnicas de autocontrol o relajación ni se hacen razonamientos para disminuir o evitar el sufrimiento: se desactivan las vivencias (recuerdos) responsables del problema y, desaparecidas la causas originarias, desaparece la fobia. El sujeto nada tendrá que hacer por evitar o controlar; sólo tomar el avión y disfrutar de su vuelo.
*EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing – Desensibilización y Reprocesamiento por medio de Movimientos Oculares): rama de la Psicología que se aplica en pacientes que han sufrido experiencias difíciles causantes de síntomas y cuadros diversos como angustia, crisis de pánico, inseguridad, temor o fobias.
‘Miedo a volar, ni se imagina las causas’ – Gaspar de La Serna
En el libro Miedo a volar: ni se imagina las causas, se expone, a través de casos reales de psicoterapia, cómo funciona la mente humana, cómo se adquiere el miedo a volar y cómo erradicarlo completamente.
La obra ha sido organizada y redactada dando prioridad absoluta a la divulgación entre los millones de aerofóbicos existentes en el mundo. Desde esta perspectiva, asumiendo que el lector no posee conocimientos previos de psicología, el libro se inicia con casos clínicos sencillos entre los que se intercalan capítulos de información teórica que van introduciendo los conceptos básicos de psicología y psicoterapia respecto a esta fobia. No obstante, en su espíritu está también el servir como guía para psicoterapeutas que sabrán entre leer lo que a ellos corresponde.
Las historias de los pacientes son tan sorprendentes que han sido narradas, como si de mini novelas policíacas se tratara, desvelando el misterio que se escondía detrás.
Puntos clave
- La aviación y todo lo relacionado no son causa de miedo a volar.
- Turbulencias, malos vuelos, noticias catastróficas… son meros disparadores de las verdaderas causas, ocultas, generalmente, en vivencias antiguas propias de cada sujeto que, a veces, permanecieron adormecidas, incluso, durante decenas de años, permitiendo que volase con normalidad hasta que un acontecimiento posterior las activó.
El miedo a volar no es una enfermedad, es un síntoma
- Habitualmente, el sujeto no es consciente de cuáles fueron esas vivencias que, sin embargo, permanecían almacenadas en su memoria. Han de buscarse el recuerdo o recuerdos originarios, desactivarlos, y el temor a volar, simplemente, desaparecerá.
- El miedo a volar no es una enfermedad, es un síntoma; si usted padece otros síntomas ––es decir, otros miedos, otras limitaciones––, simultáneamente desaparecerán de su vida al ser reprocesadas con EMDR las experiencias que dieron lugar a ellos.
- Los capítulos de información teórica le harán darse cuenta de que muchos otros padecimientos psicológicos, al margen de las fobias, tienen la misma estructura en nuestras redes neuronales y podrán ser detectadas sus causas de idéntico modo, y desactivadas, logrando la curación del paciente que dejará de tomar fármacos para controlar sus síntomas porque, sencillamente, habrán desaparecido.
Propósito
- La misión de este libro es revelarle, a través de amenos casos de pacientes, que la aerofobia, en la práctica totalidad de los ocasiones, está producida por vivencias personales antiguas que, en su raíz, nada tienen que ver con el volar en sí mismo, y que es curable con terapia EMDR.
La EMDR es un abordaje psicoterapéutico global para el tratamiento de los trastornos psicológicos
- Confío en que, tras leerlo, tenga una idea de cuales hayan podido ser, en su propia historia, los acontecimientos de su pasado que hayan dado lugar a su malestar o innegable fobia.
- Tanto si es así, como si permanecen ocultos para usted en el subconsciente, la terapia EMDR los identificará y desactivará, de modo que quedará desensibilizado y podrá volar sin el menor malestar.
- Quede constancia de que, aunque describo aquí la terapia EMDR aplicada al miedo a volar, en realidad, es un abordaje psicoterapéutico global para el tratamiento de los trastornos psicológicos en general.