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Pérez no es ratón

¿Qué relación hay entre el equilibrio y la visión?

Silvia Edo – Óptica Optometrista – EDO ÒPTICS

¿Qué relación hay entre el equilibrio y la visión? Continuamos aportando información profesional sobre el sentido de la vista.

Y lo hacemos con una nueva serie de artículos de Silvia Edo, Óptica Optometrista en EDO ÒPTICS.

Silvia está especializada en visión infantil, en diagnóstico y tratamiento de las anomalías binoculares, terapia visual y problemas de aprendizaje. Es Psicomotricista y Practicant Tomatis® Nivel 2.

Te lo contamos en pereznoesraton.com, el portal profesional exclusivo de IPDGrupo.com que te ofrece información para decidir sobre salud y bienestar.



¿Qué relación hay entre el equilibrio y la visión?

Silvia EDO, Óptica Optometrista

El equilibrio es como un superpoder para aquellos que se dedican a actividades desafiantes como caminar sobre una cuerda floja o patinar sobre hielo.

Pero en realidad, es crucial para todos, desde caminar por la calle hasta levantarnos de una silla. Actúa como nuestro GPS interno, manteniéndonos erguidos y evitando caídas en nuestra vida diaria.

El equilibrio, también conocido como el sistema vestibular, es el veterano entre nuestros sentidos. Trabaja en silencio para garantizar que nos movamos correctamente en el espacio y mantengamos nuestra estabilidad en cada paso.

El equilibrio es como un superpoder. Es crucial para todos, desde caminar por la calle hasta levantarnos de una silla. Actúa como nuestro GPS interno, manteniéndonos erguidos y evitando caídas.

Sin él, sería difícil mantenernos de pie o participar en actividades que requieren equilibrio y coordinación, como montar en bicicleta.

Además, el equilibrio desempeña un papel crucial en el apoyo a nuestra visión, asegurando que la imagen en nuestra retina permanezca estable incluso cuando movemos la cabeza. Es como tener un amigo confiable que sostiene la cámara mientras capturamos el mundo en movimiento.

El oído también contribuye a la relación con la visión porqué nos ayuda a localizar sonidos en nuestro entorno, y nos facilita que nos orientemos.

Mientras tanto, el tacto y la conciencia muscular, conocida como cinestesia, actúan como nuestros entrenadores personales, ayudándonos a entender nuestra posición en el espacio.

En resumen, nuestros sentidos deben de trabajar de forma eficaz y coordinarse con precisión para optimizar el sistema vestibular. Es a través de esta colaboración que podemos movernos con confianza y seguridad en nuestro entorno.

La capacidad de comprender el movimiento a través de nuestro sistema visual es el fundamento del aprendizaje.

¿Qué aspectos de la percepción visual se vinculan con el equilibrio?

«El funcionamiento inmaduro del sistema vestibular en niños puede hacer que presenten dificultades de aprendizaje, como dislexia y dispraxis, problemas de atención, déficit en el lenguaje y problemas emocionales. Y, en adultos, ansiedad, agorafobia y ataques de pánico. (Goddard, 2017)

La visión, por un lado, es la respuesta cerebral al movimiento de fotones luminosos que vibran en una frecuencia más alta. Es como si nuestro cerebro fuera un director de cine, interpretando la danza de la luz para crear el mundo que vemos a nuestro alrededor.

La capacidad de comprender el movimiento a través de nuestro sistema visual es el fundamento del aprendizaje.

Y por otro lado, el primer sistema en responder al llamado del movimiento es el sistema vestibular.

Las experiencias motrices y táctiles durante los primeros meses de vida, juntamente con las imágenes visuales, son importantes para construir una imagen coherente de nuestro cuerpo en el espacio.

Así que, desde el primer momento de vida, estamos inmersos en un mundo de movimiento y percepción, donde cada sentido y cada experiencia contribuyen a nuestra comprensión del mundo que nos rodea y de nosotros mismos.

Para los niños con un sentido de equilibrio aún en desarrollo, el movimiento es como el alimento para el cerebro.

Contrarrestar el desequilibrio

El equilibrio no es solo algo que poseemos, sino algo que hacemos activamente. Es un comportamiento complejo que adoptamos, resultado de una serie de habilidades que desarrollamos para contrarrestar el desequilibrio.

Para los niños con un sentido de equilibrio aún en desarrollo, el movimiento es como el alimento para el cerebro.

Es a través del movimiento que exploran su entorno, desarrollan la coordinación y fortalecen sus habilidades para mantenerse en pie.

Cada paso, cada giro y cada juego son oportunidades para que su cerebro aprenda y crezca, construyendo un fundamento sólido para un equilibrio estable y seguro en el futuro.

Conciencia reequilibradora

Sin embargo, incluso para los adultos, una emoción muy fuerte puede colapsar el sistema y hacer que perdamos el equilibrio. Es como si una ola gigante de emoción barriera nuestro sistema de equilibrio, dejándonos tambaleándonos en su estela.

Es aquí donde entra en juego la conciencia reequilibradora, a través de prácticas como el yoga, el pilates, etc. Las disciplinas que buscan lograr no solo el equilibrio neuromotor, sino también el equilibrio emocional.

Al practicar la atención plena y el control de la respiración, podemos calmar la tormenta emocional dentro de nosotros y encontrar nuestro centro una vez más. Es como encontrar el punto de equilibrio en medio de un vendaval, donde todo se calma y se vuelve claro otra vez.

La visión no solo implica la coordinación de ambos ojos, sino también la interacción dinámica entre los sistemas sensoriales del tacto, el sistema vestibular, el sistema auditivo y el sistema motriz.

La terapia visual ofrece beneficios para el equilibrio

En resumen, el desarrollo de la visión está intrínsecamente ligado a la integración de los procesos sensoriales y motores del individuo (Da Fonseca, 1988).

La visión no solo implica la coordinación de ambos ojos, sino también la interacción dinámica entre los sistemas sensoriales del tacto, el sistema vestibular, el sistema auditivo y el sistema motriz.

Es importante destacar que la terapia visual puede ofrecer beneficios significativos para el equilibrio. Al entrenar la visión a través de técnicas específicas, se promueve la sincronización y la eficiencia de estos sistemas sensoriales, lo que puede tener un impacto positivo en la estabilidad y el equilibrio del individuo.

El equilibrio en relacion con…

Las situaciones que involucran equilibrio y desequilibrio del cuerpo, junto con la coordinación general, son esenciales en actividades cotidianas.

Para lograr una coordinación dinámica general efectiva, cada parte del cuerpo debe moverse y ajustarse de manera individual para mantener una base sólida y estable

La percepción y la internalización de las sensaciones propioceptivas en diferentes partes del cuerpo fortalecen nuestro esquema corporal.

Nuestro sistema nervioso interpreta y ajusta esta información, transformándola en respuestas que nos permiten adaptarnos constantemente al entorno y sus cambios.

Este sistema tiene la capacidad única de autoprogramarse y autorregularse, lo que nos ayuda a mantener un equilibrio constante y a movernos de manera eficiente en nuestro entorno.



Las emociones están estrechamente vinculadas con el estado tónico (muscular) subyacente, lo que influye en el equilibrio físico y el bienestar psicológico de una persona.

En juegos que implican balanceo, giros, saltos y caídas, las sensaciones de desequilibrio, vértigo y pérdida de estabilidad corporal activan reacciones tónica posturales en todo el cuerpo.

Estas experiencias pueden desencadenar emociones intensas, como el miedo a caer, sensaciones viscerales y desorganización de las tensiones tónicas posturales, afectando así el equilibrio físico y emocional de las personas.

Las emociones están estrechamente vinculadas con el estado tónico (muscular) subyacente, lo que influye en el equilibrio físico y el bienestar psicológico de una persona – Viñeta de Idígoras y Pachi exclusiva en pereznoesraton.com.

La constante lucha contra el desequilibrio puede distraer nuestra atención. Por ello, el equilibrio tónico postural es fundamental para que una persona esté presente y disponible en su entorno.

Este equilibrio se alcanza gracias a los reflejos que provienen de la información propioceptiva, que incluye:

  • Sentido laberíntico y cervical, que determina la posición de la cabeza.
  • Sentido cinestésico, que nos informa sobre la situación del cuerpo en el espacio.
  • Sentidos plantares, que nos ayudan a realizar desplazamientos del centro de gravedad.

El equilibrio es fundamental para nuestra capacidad de orientación y estructuración espacial.

La posición de la cabeza, donde se encuentra el sistema visual y el sentido vestibular, desempeña un papel crucial al proporcionarnos información exteroceptiva y ayudarnos a reconocer el espacio y el tiempo.


Bibliografia

  • Da Fonseca, Vítor (1988). Ontogénesis de la Motricidad. Madrid: G. Núñez editor, S.A
  • Pikler, Emmi (1969). Moverse en libertad 9ª edición /Madrid: NARCEA
  • Goddard Blythe, Sally (2017). El niño bien equilibrado. 2ª edición. Barcelona: Ing Edicions

Óptica-Optometrista. Especialista en visión infantil, diagnóstico y tratamiento de las anomalías binoculares, terapia visual y problemas de aprendizaje. Psicomotricista. Practicant Tomatis® Nivel 2.

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