Toda la verdad sobre las terapias para la alergia. Estornudos, picor de ojos, mocos… ¿cómo se pueden aliviar estos molestos síntomas de alergia?
Probablemente, si te has propuesto encontrar soluciones rápidas, te hayas topado con una serie de remedios caseros para la alergia.
Y también con los tratamientos médicos más frecuentes, como corticoides, antihistamínicos y vacunas. Pero ¿son útiles o no? ¿qué debes saber antes de usarlos?
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Remedios naturales para la alergia, ¿funcionan?
Cuando surgen los primeros síntomas, se tiende a buscar remedios caseros para aliviarlos: rinitis alérgica, picor de ojos y estornudos, entre otras molestias comunes.
Precisamente, el bulo más escuchado en la consulta es que los productos homeopáticos pueden controlar la alergia. Pero ¿qué hay de cierto en ello?
La doctora Mar Fernández Nieto, especialista en Alergología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, responde que «a diario tenemos pacientes que preguntan si la miel, la jalea real, las pastillas de concentrado de polen y otros preparados homeopáticos son eficaces para tratar la alergia. Pero no lo son».
De hecho, no existen evidencias científicas sobre la eficacia de estas terapias naturales para la alergia primaveral. Esto también incluye los vahos con mentol, la cebolla con clavos y los caramelos caseros.
¿Los corticoides son buenos o malos?
Es muy habitual identificar el uso de los corticoides como algo malo. Al respecto, la doctora Fernández aclara que «esta creencia está muy extendida entre nuestros pacientes, y aunque tiene parte de verdad, intrínsecamente los corticoides no son malos».
En ello coincide la doctora Aránzazu Plaza Díaz, especialista en Alergología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid: «Existe una creencia popular que considera peligroso el tratamiento con corticoides. Sin embargo, empleados de forma adecuada, suponen la solución a muchas patologías relacionadas con la alergia».
Pautas para usar bien los corticoides
Es importante seguir una serie de pautas para usar bien los corticoides:
(1) Tener en cuenta cómo se aplican
Su absorción variará según la forma de administración, que puede ser por: vía sistémica, mediante una inyección intravenosa o intramuscular; vía oral, a través de comprimidos; o vía inhalatoria, mediante inhaladores o espráis nasales.
Estos últimos son los corticoides que se prescriben con más frecuencia en la consulta de Alergología y se absorben a nivel local.
(2) Aplicar la dosis indicada
Es fundamental seguir las indicaciones de los especialistas y ajustar la cantidad a aplicar.
«Habitualmente no se inicia el tratamiento con la dosis más alta disponible, sino que se decide en función del grado de la patología que se presenta en cada caso», apunta nuestra especialista.
(3) Seguir el tratamiento durante el tiempo pautado
La doctora añade que «la indicación será durante los meses de polinización, o durante los días que vayamos a la playa, o durante los días que vayamos a tener contacto con animales, en función de cada caso».
Igualmente, se pueden indicar duraciones específicas en los casos de alergias perennes.
(4) No usar los corticoides sin prescripción médica
Así nos lo aconseja la especialista: «Todos los medicamentos tienen sus efectos secundarios, y por ello no deben tomarse por iniciativa propia».
Mentiras sobre los antihistamínicos
Los antihistamínicos se utilizan para tratar la alergia y, en algunos casos, no es necesario presentar la receta médica para adquirirlos.
Lamentablemente, esto ha fomentado tres falsas ideas en torno a esta terapia para la alergia que es importante desmentir.
Los antihistamínicos no curan las alergias
Por una parte, es un error pensar que los antihistamínicos curan las alergias. En realidad, su objetivo es tratar los síntomas alérgicos, sobre todo aquellos que afectan a la nariz y a los ojos.
Así que, «si dejamos de tomar el tratamiento de antihistamínicos y seguimos expuestos a lo que nos causa alergia, continuaremos manifestando síntomas», apostilla la doctora Fernández.
Vacuna, único tratamiento preventivo
Hay que destacar que la vacuna para la alergia o inmunoterapia con alérgenos es el único tratamiento preventivo para ciertas alergias.
Por eso, se aconseja acudir a la consulta de Alergología donde se analiza cada caso, se obtiene el diagnóstico y se puede prescribir el tratamiento más adecuado.
La mejora de síntomas con antihistamínicos no significa que tenga alergia
Otra falsa creencia es confirmar que una persona tiene alergia por el mero hecho de haber mejorado sus síntomas después de tomar antihistamínicos.
Hay que advertir que esta medicación puede aliviar otras afecciones, como el resfriado, tal como explica la doctora Fernández:
«Los antihistamínicos controlan la histamina y otras sustancias que, si bien se liberan durante la reacción alérgica, también pueden estar presentes y deberse a otros cuadros no alérgicos, como la rinitis crónica o un cuadro catarral».
El tratamiento de antihistamínicos no está indicado para el asma
Por último, el tratamiento de antihistamínicos no está indicado para el asma, como se suele pensar de forma equivocada.
En este sentido, la alergóloga destaca que «el asma se trata con inhaladores y también está indicada la inmunoterapia como tratamiento curativo».
La eficacia de las vacunas para la alergia, a estudio
Una de las preguntas más buscadas en Internet es si las vacunas de la alergia resultan eficaces. Y la respuesta es sí. De hecho, existen evidencias científicas que lo demuestran.
La doctora Fernández añade que «la inmunoterapia específica o vacuna de la alergia está incluida como tratamiento recomendado en las principales guías de manejo de alergia y asma a nivel nacional, europeo y mundial».
Eso sí, para asegurar su eficacia, es fundamental acudir a la consulta de Alergología donde se estudia cada caso antes de prescribir el tratamiento.
«El alergólogo te hará una historia clínica detallada, encaminada a determinar los posibles desencadenantes del cuadro. Y te pedirá las pruebas necesarias para hacer un estudio completo que permita pautar el tratamiento de la manera más personalizada posible», especifica la doctora.
