¡Protégete y disfruta del sol sin riesgos este verano! Ya sabemos que el sol es esencial para la vida. Interviene en distintos procesos fisiológicos del ser humano, como en la síntesis de la vitamina D.
Además, actúa mejorando algunas enfermedades de la piel. Pero cuidado, también presenta efectos negativos para la salud por:
- Una exposición intensa: quemaduras de la piel y lesiones oculares.
- Exposición crónica: envejecimiento, manchas y cáncer de piel.
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¡Protégete y disfruta del sol sin riesgos este verano!
Resultan especialmente nocivas las exposiciones al sol sin protección en las edades infantiles y juveniles, que se relacionan con un mayor riesgo de padecer cáncer de piel.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), consciente de los mencionados riesgos nos ofrece un decálogo que busca promover una exposición solar segura y fomentar el buen uso de los cosméticos:
La exposición excesiva al sol es un peligro importante para la salud (1)
Ningún protector solar ofrece protección total frente a los riesgos derivados de la radiación solar. Aunque uses un factor de protección alto, no debes permanecer mucho rato al sol.
Evita la exposición solar entre las 12 y las 16 horas (2)
Procura no dormirte al sol y extrema las medidas protectoras en las actividades al aire libre.
No expongas al sol a niños menores de tres años (3)
Debes proteger a los niños y niñas con ropa, sombreros, gafas y cremas de Factor de Protección Solar (FPS o SPF) alto, especiales para niños y resistentes al agua.
Es importante beber agua con frecuencia. Si los peques van a estar expuestos al sol, debes introducir la protección solar en la rutina de cuidado diario de su piel.
Protección frente a radiación UVB y UVA (4)
Utiliza un protector solar que proteja al menos frente a:
- La radiación UVB (FPS), causante de las quemaduras solares
- Y la UVA, principal responsable del envejecimiento prematuro de la piel.
Estos dos tipos de radiación afectan también al sistema inmunológico y contribuyen al riesgo de cáncer cutáneo.
Elige un protector adecuado para el tipo de piel (5)
Elige un protector solar adecuado para cada tipo de piel o zona del cuerpo.
Ten en cuenta el fototipo de tu piel (cuanto más clara, mayor es el FPS necesario para garantizar una adecuada protección solar), la edad y las circunstancias de la exposición solar.
Emplea un FPS más alto en las primeras exposiciones.
Sigue las instrucciones del producto (6)
Lee atentamente las instrucciones del producto y aplícalo siguiendo el modo de empleo. Esto es aún más importantes en el caso de productos en bruma y espray.
Aplica el producto en cantidad generosa y uniforme sobre la piel seca, media hora antes de la exposición al sol.
Repite cada dos horas y después de transpirar, bañarse o secarse. No utilices protectores solares que estén abiertos desde el año anterior.
Precaución con las zonas sensibles (7)
Extrema las precauciones en las partes del cuerpo más sensibles al sol: cara, cuello, calva, el escote, orejas, manos y empeines.
La protección de los labios debe hacerse con lápices o barras fotoprotectoras y la del cabello con productos específicos.
Utiliza el protector solar incluso en días nublados (8)
Las radiaciones UV se reflejan en el agua, la arena, la hierba y la nieve, también en días nublados.
Usa la ropa como protector solar (9)
Protege la piel con ropa (camisetas y pantalones), la cabeza con sombreros y los ojos con gafas de sol, de la radiación solar.
Hidrátate bebiendo agua con frecuencia y aplica crema hidratante tras la exposición al sol.
Consulta con los especialistas (10)
Ante cualquier cambio de color, la forma o el tamaño de manchas o lunares, consulta con un especialista.