¿Qué es y cómo evitar el síndrome de la clase turista? Estamos ante trastornos causados por la limitación de movimientos durante los trayectos largos.
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¿Qué es y cómo evitar el síndrome de la clase turista?
El llamado síndrome de la clase turista presenta síntomas como la sensación de hinchazón en las piernas, hormigueo, molestias, mareos y dolor.
Si estos síntomas se agravan pueden acarrear la llamada trombosis del viajero. Se produce por la aparición de trombosis en las venas de las piernas, generalmente en personas con alteración de la coagulación o que han sufrido trombosis previa.
Los especialistas suelen explicar este síndrome hablando de las dificultades que tiene la sangre para volver al corazón cuando se permanece mucho tiempo en la misma posición.
La sangre debe progresar hacia el corazón
Las arterias llevan la sangre con mucha presión y velocidad, pero la capacidad aspirativa del corazón es muy débil (la capacidad de succión para activar la vuelta de la sangre por las venas).
En el caso de las piernas está dificultada por la gravedad: al estar sentado la sangre debe ascender hasta llegar al corazón.
Para conseguir este retorno venoso, el organismo ha desarrollado un ingenioso sistema, ya que las venas profundas están metidas dentro de paquetes y fascias musculares (como ‘fundas’) y disponen de unas válvulas que impiden su paso hacia los pies para ordenar el flujo de sangre hacia el corazón.
Cada vez que nos movemos, contraemos los músculos que comprimen a las venas, y al estar ordenada la dirección del flujo por estas válvulas, la sangre progresa en la dirección adecuada, es decir, hacia el corazón.
Consejos para evitar el síndrome de la clase turista
- Ejercicios de flexo-extensión durante algunos minutos cada hora, moviendo brazos y piernas y levantando la punta de los pies.
- Vestir ropa poco ajustada, de fibra natural, que permita la transpiración.
- Beber abundantes líquidos (no café ni alcohol, ya que favorecen la deshidratación).
- Dar un pequeño paseo por el avión, tren o hacer paradas a lo largo del viaje en coche para estirar las piernas.
- No colocar bultos o maletas bajo los asientos.
- No cruzar las piernas de forma prolongada.
- Realizar estiramientos y paseos tras la llegada del viaje.
Medidas más intensas
En casos de alto riesgo (pacientes con alteraciones de coagulación, las llamadas trombofilias, afectados por cáncer, gestantes y aquellos que han sufrido alguna trombosis previa) y siempre por prescripción de su médico, podría estar indicada alguna medida más intensa:
- medias cortas de compresión elástica
- fármaco antiagregante
- heparinas de bajo peso molecular
Alivio para la circulación
La gran ventaja que supone la llegada del verano para nuestra salud es que disponemos de más tiempo para realizar una vida más sana y para poner en marcha una serie de estrategias que pueden suponer un alivio para nuestra circulación.
Podemos aprovechar las vacaciones para:
- cambiar los hábitos de dieta (menos grasas y calorías)
- modificar los hábitos de ejercicio (como andar por la playa o en la hierba del jardín)
- practicar natación (un ejercicio muy adecuado para el retorno venoso porque se ejercitan los músculos de todo el cuerpo)
- aplicación de cremas de efecto frío o masajes directamente con crema fría, ya que disminuye la congestión, hinchazón y cansancio de las piernas que producen el calor y la inmovilidad
(Fuente: Comunidad de Madrid)