Cáncer de mama: temor y esperanza por igual. Es el más temido por las mujeres por su elevada incidencia y a la vez uno de los que más animan a la esperanza.
Porque el cáncer de mama, que afecta a cerca de 33.000 mujeres cada año y representa la segunda causa de mortalidad, es a la vez uno de los tumores con una mayor tasa de supervivencia, superior al 85%.
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Cáncer de mama: temor y esperanza por igual
Los esfuerzos de la comunidad científica por intentar reducir su incidencia y su agresividad llevan tiempo dando sus frutos, con un pronóstico que mejora de forma continua gracias al diagnóstico precoz y a los esquemas de tratamiento personalizados.
Como el implantado por la Unidad de Tumores de Mama del Instituto Oncológico Quirónsalud Zaragoza en su modelo de atención integral individualizada, que atiende a más de 100 pacientes de las 800 que se diagnostican cada año en Aragón.
Diagnóstico rápido y tratamiento integral
El ginecólogo que dirige esta unidad, el doctor Fernando colmenarejo, explica que “el objetivo es hacer un diagnóstico rápido y concreto para tener una visión completa de la enfermedad y tratar de forma integral el cáncer de mama».
«Esto nos permite procurar los mejores resultados posibles en supervivencia global y sin recaída. Pero además, atender a la recuperación de la imagen corporal y ofrecer un asesoramiento y acompañamiento fundamental en el proceso de aceptación, evolución y superación de la enfermedad”.
«Las unidades de mama suponen hoy en día la mejor garantía de calidad en la atención oncológica mamaria. Integran subunidades superespecializadas que trabajan de forma coordinada en el diagnóstico, el tratamiento individualizado, la reducción de las secuelas físicas y psíquicas, el seguimiento y la recuperación del estatus vital”, añade el doctor Colmenarejo.
Unidad multidisciplinar
En el Instituto Oncológico Quirónsalud Zaragoza, esta unidad multidisciplinar está integrada por un equipo de ginecólogos, oncólogos médicos, radiólogos, oncólogos radioterápicos, cirujanos plásticos, anatomopatólogos, médicos nucleares, psicooncólogos y nutricionistas que trabaja de forma coordinada a lo largo de todo el proceso.
De esta manera, son capaces de ofrecer una respuesta global para que las pacientes y sus familiares puedan recuperar la calidad de vida de la que disfrutaban previamente.
“El comité de tumores reúne a los especialistas de cada subunidad de forma periódica con el fin de diseñar la hoja de ruta individualizada para cada paciente. Se exponen los casos, se decide la estrategia de inicio en forma de tratamiento sistémico o quirúrgico y se planifica la cirugía o la terapia adyuvante”, explica el doctor Colmenarejo.
Es el foro en el que se deciden igualmente las técnicas reconstructivas, se presentan casos de resolución de se- cuelas y se establecen necesidades de apoyo psicológico o nutricional.
Y es allí, precisamente, donde se detectan pacientes susceptibles de ser incluidos en ensayos clínicos y se valoran los beneficios y la conveniencia de recomendar los programas de preservación de fertilidad, la aplicación de plataformas genéticas o el asesoramiento en consejo genético.
Detección precoz: el mejor aliado contra el cáncer de mama
La doctora Patricia Rubio, ginecóloga del Instituto Oncológico, explica que “según los diversos estudios poblacionales, existe un aumento progresivo de la tasa de incidencia del cáncer de mama y el descenso en la edad de diagnóstico. Un incremento que puede responder a las mejoras en el diagnóstico por imagen, la técnica de biopsia y los protocolos de diagnóstico anatomopatológico”.
“La detección del cáncer de mama depende principalmente del estadio de la enfermedad. Un alto porcentaje de casos se diagnostica en fase sintomática: la mujer acude a su médico porque se palpa un bulto o presenta algún signo como enrojecimiento mamario, retracción del pezón o cambios en la consistencia de la glándula. Sin embargo, el éxito en el pronóstico radica en la capacidad de detección previa a la presencia de síntomas, en la fase preclínica”, explica la doctora rubio.
Campañas de diagnóstico precoz
A esto han contribuido de forma decisiva las campañas de diagnóstico precoz a nivel poblacional, con resultados de mejora en la curva de supervivencia global y libre de enfermedad en todos los grupos de edad.
La mamografía es el patrón oro en el estudio de la mama a partir de los 40 años, mientras que para pacientes jóvenes la técnica de elección es la ecografía. El resto de pruebas de imagen son complementarias a estas y, en caso de detectar la presencia de cualquier lesión con moderado o alto grado de sospecha, se requiere la realización de una biopsia.
Por su parte, la doctora Elena Aguirre, oncóloga médica del Instituto Oncológico Quirónsalud Zaragoza, recuerda que “el 90% de los cánceres de mama son esporádicos, mientras que entre el 5-10% lo hacen como consecuencia de una mutación en algún gen de alto riesgo que la familia comparte. Los principales condicionantes para el desarrollo de esta patología son marcadores de riesgo no modificables como el sexo femenino y la edad.
Sin embargo, existen factores de riesgo que sí son modificables como la obesidad, el sedentarismo, la ingesta de alcohol y un exceso de grasas saturadas cuyo control contribuye como prevención primaria”.
Por otra parte, el diagnóstico temprano en estadios precoces es la mayor ventaja de la prevención secundaria. En este punto, las revisiones pautadas por el ginecólogo y el cumplimiento de los programas de screening resultan imprescindibles en el control del cáncer de mama.
Control médico, apoyo e información
“El programa de seguimiento a largo plazo nos permite atender las necesidades de nuestras pacientes una vez superada la enfermedad. En el diseño del organigrama intervienen varios de los profesionales de la unidad que, de forma escalonada y convenientemente organizada, ofrecemos no solo el control médico sino el apoyo y la información que estas mujeres reclaman y agradecen”, concluye la doctora Aguirre.
Atención especializada para los otros tumores ginecológicos: útero, ovario, vagina, cérvix y vulva
Por su elevado nivel de incidencia, el cáncer en mujeres se asocia de forma habitual con el cáncer de mama. Sin embargo, existen otros tumores ginecológicos -aquellos que afectan al aparato genital femenino- que por primera vez cuentan con una atención especializada en el instituto oncológico Quirónsalud Zaragoza. Por su especificidad, su frecuencia o, en ocasiones, por su agresividad, se trata de tumores que requieren una atención propia que favorezca el diagnóstico precoz y el abordaje mutidisciplinar.
Son tumores que afectan directamente al aparato reproductor femenino y que abarcan el útero y endometrio, los ovarios, la vagina, el cuello uterino o cérvix y la vulva. Y aunque su aparición no es tan frecuente como otros tipos de cáncer, solo el de útero -el de mayor incidencia- representa el 13 % de los casos de cáncer entre las mujeres.
Coordinación de especialidades médicas y quirúrgicas
“La principal ventaja de contar con una unidad de oncología ginecológica es que garantiza la coordinación de las distintas especialidades médicas y quirúrgicas dentro de un sistema multidisciplinar, en que el conjunto de todos los servicios deciden el tratamiento más adecuado para cada enfermedad y cada paciente atendiendo a protocolos aceptados por las sociedades médicas oficiales”, explica el Dr. Alberto Lanzón, ginecólogo del instituto oncológico Quirónsalud Zaragoza.
“Las decisiones se comentan de forma profunda e individualizada en cada caso y en ellas interviene un amplio abanico de perfiles profesionales, lo que garantiza abordar el cáncer desde todos sus frentes”, asegura.
Así, en la unidad de tumores ginecológicos intervienen de manera coordinada los servicios de ginecología, oncología Médica, oncología radioterápica y anatomía patológica. Además, se requiere igualmente del servicio de cirugía general y digestiva y del de urología para la realización de distintas cirugías mayores cuando el tumor asienta en otros órganos distintos del aparato genital.
Además, el equipo cuenta con el apoyo de la unidad de preservación de la Fertilidad. un aspecto que resulta clave en el caso de pacientes jóvenes que muestran el deseo de ser madres y cuentan con un buen pronóstico. Y por último, con el apoyo de la unidad de psicooncología, fundamental para acompañar a las pacientes a lo largo de todo el proceso.
La detección precoz, aliada contra el cáncer ginecológico
En el abordaje de los tumores ginecológicos, el mejor escenario se dibuja con un diagnóstico temprano y con los avances en la prevención. Especialmente en el carcinoma de cérvix uterino, los programas de screening con citologías y vacunación de Hpv (virus del papiloma humano) en edades infantiles constituyen una forma de prevención primaria de tumores muy importante, eliminando el principal factor de riesgo para desarrollar la enfermedad.
Un avance que ha permitido que este tipo de tumores pase de representar la cuarta neoplasia más frecuente en las mujeres, a ocupar la posición número once.
“En el caso del carcinoma de útero (endometrio o sarcomas uterinos) y el carcinoma de vulva, el diagnóstico puede ser precoz también si la paciente acude al médico ante síntomas sospechosos como sangrado uterino anómalo y lesiones cutáneas en vulva”, explica la Dra. Laura Baquedano.
Cirugía y radioterapia
La excepción entre los tumores ginecológicos la representa en cambio el carcinoma de ovario. Un tipo de cáncer que, pese a representar solo el 3 % de los casos, supone la cuarta causa de mortalidad por cáncer en mujeres por detrás del de pulmón, mama y colon.
Como explica el Dr. Alberto Lanzó “en el 70-80 % de los carcinomas de ovario el diagnóstico acontece en estadios avanzados. por eso se precisa de una muy buena coordinación con los oncólogos médicos para la administración de quimioterapia primaria y posterior cirugía en función de la respuesta de la enfermedad”.
En todos los casos, el tratamiento más frecuente es la cirugía seguida, según los resultados obtenidos, de radioterapia. “Los avances en laparoscopia han mejorado la morbilidad o efectos secundarios, al lograr una recuperación más rápida de las pacientes”. La quimioterapia, tanto de forma previa como posterior, constituye también una de las alternativas terapéuticas habituales.
Cirugía reductora del riesgo de cáncer de ovario
La salpingooforectomía bilateral profiláctica (soBp) es la única medida eficaz para la reducción de riesgo del cán- cer de ovario. sin embargo, deben considerarse varios factores a la hora de decidir el momento óptimo para su realización, incluyendo las probabilidades asociadas al gen mutado, la edad, el deseo gestacional, etc.
La soBp supone la extirpación de ambos ovarios y trompas de Falopio. en la mayoría de pacientes se puede realizar por vía laparoscopia, lo que la convierte en una intervención mínimamente invasiva que facilita una rápida recuperación.
Los expertos recomiendan realizar la cirugía reductora del riesgo de cáncer de ovario en las pacientes candidatas entre los 35 y los 40 años.
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