La cistitis es la infección de orina más común. Afecta, sobre todo, a las mujeres, debido a las características de su anatomía perineal y su aparato genito-urinario.
Además, forma parte de las típicas enfermedades de verano, junto a la otitis, las quemaduras solares, los hongos o la conjuntivitis, y tanto adultos como niños pueden padecerla.
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¿Qué debes hacer ante la molesta e incómoda cistitis?
Sus síntomas son muy molestos y pueden llegar a ser recurrentes en algunos casos, tal como nos indica la doctora Carmen González Enguita, Jefe de Servicio Corporativo Urología de los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz (Madrid), Infanta Elena (Valdemoro), Rey Juan Carlos (Móstoles) y General de Villalba (Collado Villalba : «A menudo, el cuadro se repite porque hay cosas que no hacemos bien».
Ante una cistitis repetitiva, algunas mujeres se preocupan por su gravedad.
En este sentido, la uróloga envía un mensaje de alivio. «En la mayoría de los casos, no tiene más trascendencia clínica, no se extiende a otros órganos, no provoca complicaciones y no se contagia». Eso sí, las molestias son muy incómodas.
¿Cómo identificar la cistitis?
Estas son las 7 señales más habituales:
- Sientes molestias en la parte inferior del abdomen.
- Orinas muy a menudo y con urgencia.
- Expulsas pocas gotas de orina.
- Te duele al orinar y sientes ardor o agujas punzantes.
- Aunque orinas, no te alivia.
- Observas que el color de la orina es rosado-rojizo
- Sientes malestar general, además de escalofríos y cambios en la frecuencia cardiaca o el pulso, que hacen que te encuentres indispuesto, pese a que no presentas fiebre.
Aunque estos síntomas no son graves, sí que son muy molestos. La doctora González Enguita asegura que «no es raro que la cistitis nos impida hacer vida normal, que vayamos a trabajar con una sensación de tremenda incomodidad, que impide hacer las tareas habituales».
¿Qué causa esta infección de orina?
La cistitis se origina por la entrada de bacterias en la vejiga, que crecen, se multiplican en la orina, y se adhieren a las paredes de este órgano. Esto causa una inflamación que provoca molestias e incomodidad al orinar.
Entre las bacterias causantes, la E.coli es la más habitual, además de klebsiella, proteus, enterococo, etc. Todas son enterobacterias, que se localizan en el tubo digestivo y participan en los procesos digestivos. Estas son las bacterias que van a la vejiga y causan los efectos señalados.
¿Cómo llegan las bacterias a la vejiga?
Principalmente a través de las relaciones sexuales, ya que, como explica la especialista, «el coito y el masaje uretral ante una uretra corta, como es la femenina, de 3-4 centímetros, hacen que las bacterias entren con facilidad a la vejiga».
Recordamos, además, que el suelo pélvico femenino presenta una anatomía favorable para el acceso de las bacterias, puesto que el ano, la vagina y la uretra están situados en la misma zona.
Todo esto facilita que, a menudo, la cistitis pueda asociarse a una relación sexual que ha ocurrido recientemente. «Así lo cuentan muchas mujeres, que empiezan con molestias unas horas después de haber mantenido un contacto sexual», aclara la doctora.
Frente a esto, es vital saber que orinar antes y después de mantener relaciones sexuales es una de las claves para prevenir las infecciones urinarias.
Otros factores que motivan la cistitis
Además de las relaciones sexuales, existen otros hábitos que están relacionados con el desarrollo de esta infección urinaria.
Por ejemplo, la especialista señala que «beber poca agua y orinar pocas veces durante el día, es decir, tener las micciones de manera muy distanciada entre una y otra vez, son hábitos que se suelen asociar con la probabilidad de tener cistitis».
También propician el acceso de bacterias a la vejiga los siguientes factores:
- Problemas en el tránsito intestinal, como estreñimiento, crisis diarreicas…
- Cambios hormonales, que pueden ocurrir en la menstruación, la gestación, el parto, el puerperio, la menopausia, etcétera.
- ¡Ojo con el frío porque tiene un efecto negativo! Es habitual que las mujeres afectadas asocien la afección con llevar el bañador húmedo durante largo rato. O estar en un ambiente de temperaturas bajas como puede darse al practicar submarinismo o trabajar en cámaras frigoríficas.
- Alguna ropa íntima o pantalones demasiado ajustados o pegados.
- Situaciones de estrés emocional y agobio, como estudiar para una examen, una oposición, una pérdida (divorcio, fallecimiento, etc.), un disgusto, etc.
- Enfermedades graves, como la esclerosis múltiple, la diabetes…
- Procesos de oncología o tratamientos intensos, entre ellos, quimioterapia y radioterapia.
- Puede aparecer al mismo tiempo que un catarro o una gripe.
¿Cómo prevenir esta infección de orina?
- Beber suficientes líquidos, al menos 1,5 – 2 litros de agua al día.
- Tener miciones frecuentes y pautadas.
- Evitar el sedentarismo y practicar ejercicio.
- Tomar productos como la D-Manosa, arándano rojo americano y antioxidantes de manera habitual para prevenir la concentración de bacterias y mejorar las recurrencias de esta infección de orina.
Relación entre sistema inmunológico y cistitis
Aunque no existen suficientes datos para relacionar el sistema inmunológico con la cistitis, es posible que una situación inmunológica específica pueda motivar que ciertas mujeres padezcan esta infección urinaria con más asiduidad.
Al respecto, la uróloga comenta que «no es raro conocer mujeres de la misma familia que sufren más episodios que otras, teniendo el mismo estilo de vida», añadiendo que «por esta misma razón, momentos de debilidad inmunológica ante ciertas enfermedades pueden ser determinantes para que los cuadros se repitan».
Cistitis de repetición
Cuando la infección de orina se mantiene o se repite, es necesario seguir terapias específicas. Hoy en día, protagonizadas por probióticos, prebióticos y vacunas.
También se pueden aplicar productos directamente en la vejiga, sustancias que sean capaces de proteger y regenerar la capa más superficial del urotelio, al crear una superficie de barrera y defensa ante las bacterias.
Los factores que favorecen la repetición de la cistitis son:
- Dinámica miccional inadecuada, más si cursa con alto residuo postmiccional.
- Ingesta de líquidos insuficiente que produce orina de alta densidad y muy concentradas.
- Congestión pélvica originada por el estilo de vida sedentario.
- Infecciones vaginales.
- Cambios vasculares asociados a la exposición al frio.
- Tratamiento indiscriminado de antibióticos.
- No cursar un estudio microbiológico de la orina (cultivo de la orina) cuando es preciso, ante síntomas sospechosos de infección urinaria.
Pielonefritis, otra infección relacionada con las relaciones sexuales
Se trata de una infección de orina que desde la vejiga alcanza y afecta al riñón. Puede aparecer por primera vez en mujeres que comienzan su vida sexual.
La doctora Carmen González Enguita indica que «la inflamación mantenida de la vejiga puede favorecer que las bacterias suban por el uréter y alcancen el riñón».
Los síntomas de la pielonefritis son más severos y de mayor relevancia clínica que los de la cistitis:
- Fiebre
- Postración general
- Molestia o dolor en el riñón
- Alteración en las analíticas
Para tratar esta infección, la especialista subraya que «requiere un diagnóstico preciso y una atención centrada en antibióticos de amplio espectro, además de un tratamiento de soporte y de recuperación del estado general».