¡Aprender a ver y ver para aprender! Aportamos información profesional sobre la vista con una nueva serie de artículos de Silvia Edo, Óptica Optometrista en EDO ÒPTICS.
Silvia está especializada en visión infantil, en diagnóstico y tratamiento de las anomalías binoculares, terapia visual y problemas de aprendizaje. Es Psicomotricista y Practicant Tomatis® Nivel 2.
Te lo contamos en pereznoesraton.com, el portal profesional exclusivo de IPDGrupo.com que te ofrece información para decidir sobre salud, salud visual y bienestar.
¡Aprender a ver y ver para aprender!
Silvia Edo, Óptica Optometrista
Ver bien no siempre significa ver de forma funcional. No nacemos viendo. Nacemos con el potencial de aprender a ver.
Y la forma en que ese proceso se desarrolla influye directamente en cómo nos movemos, nos relacionamos, nos expresamos… y también en cómo aprendemos.
La visión es un aprendizaje vinculado al desarrollo global
- Durante los primeros años de vida, especialmente de los 0 a los 7 años, el sistema visual va madurando gracias a la interacción entre el cuerpo, el entorno y las experiencias.
- Al nacer, la visión es imprecisa, borrosa, sin detalle. Es a través del movimiento, del vínculo afectivo, del contacto con las formas, los contrastes y las emociones que vamos construyendo la capacidad de ver.
- Los músculos oculares se van madurando para adaptarse al tipo de visión que necesitamos.
Esto explica por qué una persona ciega de nacimiento también se desarrolla y se adapta al mundo en el qué vive.
La visión es una vía, pero no la única. Sin embargo, cuando el potencial visual existe y por alguna razón no se desarrolla de forma eficiente, eso sí puede afectar a cómo aprendemos y nos desenvolvemos en el mundo.

Cuando algo interfiere en el desarrollo visual…
Existen muchos factores que pueden dificultar que el sistema visual se desarrolle con eficacia:
- disfunción neurológica,
- componente emocional (inseguridad, falta de estímulo),
- desajuste motor,
- o incluso situaciones que impidan la libre exploración (como un uso excesivo de pantallas en edades tempranas).
Y cuando esto ocurre, el sistema visual puede funcionar con dificultad, aunque los ojos estén sanos y no haya una necesidad de corrección óptica.
La importancia de cuidar la visión en la infancia
Movimiento, equilibrio, coordinación… y visión
El desarrollo psicomotor y la visión están estrechamente relacionados. No es raro ver que niños que tropiezan con frecuencia, que evitan correr, que tienen miedo a saltar o no disfrutan de los juegos de equipo, también presenten dificultades visuales funcionales.
Generalmente, son niños o personas que gozan de buena agudeza visual. ¿Por qué? Porque la visión también influye directamente en cómo nos orientamos en el espacio, en el equilibrio, en la planificación motora, en la percepción de profundidad.
Y todo eso repercute en la seguridad personal y en la relación con el entorno. Cuando los dos ojos no trabajan de forma coordinada, o el sistema de enfoque está en tensión constante, o el procesamiento visual no es ágil, el niño puede:
- adoptar posturas compensatorias,
- evitar ciertas actividades
- o incluso mostrarse más torpe o distraído.

¿Y qué pasa cuando llega el momento de aprender?
Cuando un niño entra en la etapa de educación primaria y secundaria, gran parte de su aprendizaje se basa en el uso de los sentidos, y especialmente de la visión.
Si el sistema visual no ha madurado con eficacia, puede encontrarse con ciertas dificultades:
- Le cuesta mantener la atención visual durante la lectura
- Se acerca demasiado o adopta malas posturas
- Presenta dificultades de comprensión lectora o concentración
- Se fatiga rápido, o evita tareas visuales prolongadas
En estos casos, una revisión optométrica orientada al funcionamiento visual, no solo a la agudeza, puede ser clave para detectar si hay disfunciones visuales que estén interfiriendo.
La capacidad visual y el sensacional mundo de la lectura
¿Cómo desarrollar el potencial visual?
Desde la optometría y la terapia visual, es posible trabajar de forma específica para ayudar al niño a desarrollar al máximo su potencial visual. Esto no siempre pasa por unas gafas, sino por un enfoque más completo:
- Evaluación del sistema visual (coordinación, enfoque, percepción)
- Actividades visuales y motoras para estimular el desarrollo
- Terapia visual personalizada para mejorar la eficacia visual
- Acompañamiento a familias y docentes para entender las necesidades reales del niño
La terapia visual es una herramienta de transformación real
Ver no es solo recibir imágenes, es interpretar, coordinar, comprender… y confiar. La visión es un proceso en construcción.
Cada niño tiene su ritmo, sus experiencias y sus necesidades. Pero cuando ese proceso se ve interrumpido o afectado, también lo puede estar su forma de aprender, jugar o relacionarse.
Hay miradas que necesitan ser comprendidas, no corregidas
Revisar cómo vemos no es solo «poner gafas si hace falta». Es entender cómo funciona nuestro sistema visual, si lo hace con eficacia, y cómo esto influye en nuestro desarrollo global.
¿Alguna vez te has preguntado cómo habría sido tu forma de aprender, moverte o vivir si tu sistema visual hubiera funcionado de forma diferente a como lo ha hecho?
Nunca es tarde para mirarlo… y para mejorarlo. Cada vez más adultos lo descubren, y encuentran en la terapia visual una herramienta de transformación real. Porque hay miradas que necesitan ser comprendidas, no corregidas.
