¿Por qué realizar una revisión visual antes de los 7 años? Continuamos aportando información profesional sobre el sentido de la vista.
Y lo hacemos con una nueva serie de artículos de Silvia Edo, Óptica Optometrista en EDO ÒPTICS.
Silvia está especializada en visión infantil, en diagnóstico y tratamiento de las anomalías binoculares, terapia visual y problemas de aprendizaje. Es Psicomotricista y Practicant Tomatis® Nivel 2.
Te lo contamos en pereznoesraton.com, el portal profesional exclusivo de IPDGrupo.com que te ofrece información para decidir sobre salud y bienestar en el día a día.
¿Por qué realizar una revisión visual antes de los 7 años?
Silvia EDO, Óptica Optometrista
¿Por qué realizar una revisión visual antes de los 7 años? Empecemos por algo básico, la visión no se reduce única y exclusivamente a ver o no ver o tener que llevar gafas.
Estamos en constante evolución, la tecnología ha entrado en nuestras vidas y nuestro sistema visual no está diseñado para ello. En consecuencia, cada vez hay más problemas visuales, de atención, etc.
Revisiones visuales preventivas
En todo caso, debemos introducir las revisiones visuales preventivas. Por un lado, son una solución práctica para el control y seguimiento de la evolución del desarrollo visual de nuestros hijos en su primera etapa de vida, desde el nacimiento hasta los siete años.
Y por otro lado, permite tomar medidas adecuadas que ayudan a dar una mejor calidad de vida a los niños.
El objetivo es asegurar que el nivel de madurez de las habilidades visuales es el adecuado para la edad del niño. Además, sirve para evitar muchas de las dificultades y problemas académicos y no académicos leves, que se puedan presentar cuando el niño está escolarizado en primaria.
Interés por el esfuerzo y el estudio
De alguna manera la estimulación adecuada de las habilidades visuales sirve para evitar que los niños pierdan el interés por el esfuerzo y les faciliten el interés en el estudio. Porque fomenta que las funciones ejecutivas, la atención visual y las áreas cognitivas se estimulen adecuadamente.
La entrada de información al cerebro a través del sistema visual, siempre en función del estímulo y del deseo, permite dar instrucciones a los músculos para que se muevan, tanto en movimiento grueso, fino, de pensamiento y de acción. Y por tanto, facilita también la maduración emocional.
Psicomotricidad en el ámbito educativo
Para Ferré, Catalán, Casaprima y Mombiela, el objetivo principal es optimizar el desarrollo de base y activar al máximo el cuerpo calloso para conseguir que el niño funcione como una globalidad.
Estos autores inciden en tener en cuenta que entre un 30-40% de los niños presenta problemas de inmadurez porque no han desarrollado bien la senso-psicomotricidad de base en la etapa prelateral.
Es necesario insistir en la idea de incorporar la psicomotricidad en el ámbito educativo y sanitario en edades muy tempranas.
En relación a todo lo mencionado anteriormente, es interesante tener en cuenta que la labor que realizamos los ópticos optometristas es controlar, tratar las habilidades visuales y prepararlas para el aprendizaje, el uso de las nuevas tecnologías, etc.
No debemos olvidar que son habilidades de base en el desarrollo infantil.
Cinco periodos de la evolución visual
Primeros seis meses de vida (1)
El bebé recién nacido genera respuestas a sensaciones que provienen del tacto, la gravedad y el movimiento.
Los ojos se estimulan con el ruido, el gusto, el olfato, etc., y por éste motivo, aunque el sentido de la vista no esté desarrollado, el bebé es capaz de reconocer la cara de su madre, padre y otros objetos que tienen significado para él.
Los cambios más fuertes en el sistema visual se producen en los tres primeros meses de vida. Cuando aún no sostienen la cabeza se estimulan los movimientos de los ojos al seguir los objetos o las personas.
Una vez que mantienen erguida la cabeza y los ojos están quietos, la imagen empieza a llegar estable y fija al cerebro, lo que les permite reconocer más detalles.
Gracias al movimiento y la observación de sus brazos, manos y pies, el bebé toma consciencia del espacio exterior próximo.
Entre los seis y ocho meses (2)
Por una parte, a nivel psicomotriz, como definió Winnicott, es el periodo de edad crítico porqué el bebé se siente invadido por angustias.
Y por otra parte a nivel visual es el periodo previo para que a los nueve meses de edad el sistema visual sea lo bastante bueno para que los movimientos de los ojos y la capacidad de enfoque sea más suave y precisa.
Éste es un buen momento para que el especialista valore la madurez de los ojos, de los músculos y también las respuestas pupilares a los estímulos de luz.
A los doce meses (3)
A esta edad, en función de la maduración del equilibrio que se observa con la facilidad que tiene al sostenerse de pie, en la forma de caminar, en la manipulación de los objetos que coge y como los mira.
El especialista puede valorar los mismos ítems de la revisión anterior, pero introduciendo estímulos que requieran más precisión en el reconocimiento.
A los tres años (4)
El niño es más participativo, más autónomo y debería dominar el equilibrio con precisión.
A nivel visual es el momento que pueden aparecer estrabismos (desviaciones de los ojos) o ojos vagos (ambliopías). Además, el niño inicia el ciclo en la escuela y los requisitos visuales empiezan a ser más exigentes.
En éste edad, es importante la revisión visual porqué las pruebas y test, aunque sean pediátricos, son más parecidos a las que realizamos en los adultos. Y nos aporta más información porqué es mucho más completa que la anterior.
A los seis años (5)
A esta edad el sistema visual ya ha madurado lo suficiente, como para ser la base del sistema visual que sostiene la visión del adulto.
Es necesario realizar revisión completa en la que aparte de valorar la agudeza visual y si necesita o no llevar gafas de corrección óptica, se deben valorar las diferentes habilidades visuales que conforman el sistema visual y que son fundamentales para el adecuado procesamiento de la información académica:
- Valorar la agudeza visual y si necesita o no llevar gafas
- Valorar la madurez de los movimientos de los ojos (importante en el proceso de lectura, poder leer sin saltarse ni letras, ni palabras, ni líneas)
- Valorar el estado de la acomodación ( capacidad que utilizamos para enfocar en las distancias en cerca sin sobreesfuerzo)
- Valorar la coordinación de los dos ojos, tanto en la distancia de cerca cuando los ojos convergen, como en las distancias de lejos al divergir.
La visión no es solo cuestión de necesitar gafas o no
También se realizan test objetivos como el VMI, el DEM, etc. Que permiten valorar como el sistema visual del niño procesa la información visual. De esta manera nos aseguramos que el niño esté preparado para afrontar todo aquellos obstáculos que se le pongan delante.
La visión no se reduce a si el niño necesita llevar o no gafas para ver mejor, la visión es la manera como se procesa la información que llega a través de los ojos hasta el cerebro y permite, que entendamos y aprendamos el significado de lo que tenemos delante.
Como aprendemos académicamente o como aprendemos a relacionarnos con nuestro entorno depende en gran parte de la manera como nos llega la información al cerebro.
Si has llegado hasta el final del artículo te invito a reflexionar con la siguiente pregunta ¿Cuán importante es para ti la evolución visual de tu hijo?
